Que asco, que verguenza, que cobardía, que estupidez, que barbarie. Ayer un grupo de criminales pendencieros golpearon entre varios a un hombre que sacaba fotos en la plaza principal de Santa Cruz bajo el argumento que era un “infiltrado”.
Estos son los imbeciles que logran que nos encasillen a todos como borregos en el mismo corral. Son seres que no merecen el mínimo de respeto y lo máximo a lo que pueden aspirar es que los insulten. Me repugna lo visto bajo la complicidad de la inercia de algunos medios de comunicación que se arrodillaban para filmar la mejor patada, el mejor puñete bajo el argumento de que informan lo que ven. No quiero ser cómplice con el silencio.
Admito que tuve la tentación de buscarle una explicación racional con argumentos como que es una respuesta a la desesperación a la que nos empuja el Gobierno, pero NO, nada justifica este salvajismo, contra un hombre indefenso de carne y hueso, victima de la circunstancia de unos trogloditas que no entienden que Bolivia, que Santa Cruz, eso no es lo que quiere. Basta, por favor Basta de energúmenos, acá y allá. No me importan de donde vienen, donde nacieron, que dicen defender, si tienen más o menos plata, si son blancos, negros o amarillos, para mi son criminales que solo merecen la cárcel. Estos no defienden los intereses de Santa Cruz, no a la Santa Cruz que quiero, en la cual he nacido y seguiré viviendo, por la que trabajo y construyo todos los días, por la que sueño y que añoro prospera y solidaria.
Me dan ASCO !!!
Y firmo con nombre y apellido.
