El nombramiento de Erwin Mendez, Alcalde del municipio de San Ignacio de Velasco, como “Personaje del Año” por el Diario El Deber, permite poner en valor algunos criterios relevantes de una buena gestión municipal. Los siguientes parámetros explican el porqué se considera a este municipio chiquitano, junto con el municipio metropolitano de La Guardia, como “municipio escuela”:
La existencia de gobernabilidad política dentro del municipio. La posibilidad de una gestión municipal eficaz requiere contar con estabilidad política. Algunos indicadores que se evidencian claramente en ambos municipios son: legitimidad del poder local constituido (ambas autoridades locales fueron reelectas por al menos tres gestiones con amplios márgenes electorales); se cuenta con espacios de articulación y generación de consenso entre el sector público y privado; existe estabilidad en el necesario relacionamiento con alianzas políticas municipales; se cuenta con una cultura política positiva y pro activa; capacidad de liderazgo de la autoridad política; coordinación efectiva con el comité de vigilancia como representante de la sociedad civil; entre otros.
Gestión eficiente y transparente del Gobierno Municipal. La eficacia, para que sea sostenible, debe ir acompañada de la transparencia que se refleja básicamente en el adecuado cumplimiento de la Ley. La transparencia atada a resultados concretos en las diferentes áreas de competencia municipal, iniciativas innovadoras en la gestión municipal, capacidad de generación y búsqueda de financiamiento externo de proyectos, generación de ingresos propios, buenas prácticas municipales institucionalizadas, son criterios que fusionan una cultura política diferente, con una adecuada gestión técnica.
Fomento al desarrollo económico local. El desafío actual de la democracia boliviana es contar con un marco de credibilidad suficiente que, además de la imagen política del gobernante, promueva la creación de empleo. La complementariedad con la inversión privada, la implementación de políticas municipales de fomento al desarrollo económico local, la existencia de una unidad o estructura suficiente con vocación para la generación productiva, proyectos y programas municipales que cuenten con el apoyo del sector privado, la articulación y complementariedad para el fomento de actividades y programas productivos con otros sectores públicos y sociales, etc., son resultados tangibles en ambos municipios escuelas.
Saber compartir las experiencias. No basta con saber hacer, es necesario también disponer de la predisposición y las capacidades necesarias que permitan socializar y difundir lo que se hace. La transmisión del conocimiento y la información requiere del esfuerzo y el compromiso coordinado de las autoridades y funcionarios municipales, en conjunto con la sociedad civil y el sector empresarial del municipio. Es una necesaria devolución de quienes administran el poder en nombre del ciudadano.
Estos criterios, demostrables con ejemplos concretos, se cumplen de forma integral en ambos municipios, lo cual ha permitido que autoridades municipales de todo el país (y del extranjero) aprovechen de forma positiva las enseñanzas aprendidas.
Estas buenas prácticas no implican, en ningún caso, la ausencia de dificultades. El cómo se solucionan los problemas, caracteriza una buena gestión municipal. La perfección se la dejamos al ámbito de lo divino.
Publicado en: El Deber