Un grupo de ciudadanos/as bolivianos fuimos invitados por la institución Sueca Folke Bernadotte Academy, a un curso sobre análisis y prevención de conflictos, donde Bolivia es uno de los países sujeto a estudio de caso, junto con Afganistán, Uganda, Ruanda, Palestina, República Democrática del Congo, Ivory Coast y Kosovo.
Un amigo, Erwin Landivar, me hizo las siguientes preguntas: ¿realmente estamos tan mal como para que nos clasifiquen con estos países? ¿Cómo lo ves vos? Mi respuesta es que luego de conocer los indicadores y metodologías que internacionalmente se utilizan para evaluar posibles escenarios de guerra, anoche francamente no pude dormir.
Una de las metodologías utilizadas se llama Conflict Analys Framework (CAF), cuyos indicadores de riesgo transcribo a grandes rasgos para que cada uno haga su propia evaluación:
- Historia de Conflictos: Si un país ha experimentado conflictos violentos en los 10 últimos años existe una alta posibilidad de recurrencia.
- Ingreso per Capita: Países con bajo ingreso per capita tienen mayor probabilidad de conflictos violentos.
- Exportación de productos primarios: Los países con una gran dependencia hacia la exportación de recursos naturales tiene una mayor probabilidad de conflictos armados.
- Inestabilidad Política: Cuando el gobierno pierde el control territorial en ciertas partes del país, reformas permanentes en la estructura y políticas del país, cambios frecuentes de gobiernos, son indicadores de mayor probabilidad de conflicto armado.
- Derechos civiles y políticos: La violación o negación deliberada y sistemática de derechos civiles y políticos de minorías aumenta la probabilidad de expresar los desacuerdos a través de la violencia.
- Militarización: el porcentaje de las fuerzas armadas de un país respecto a su población, la existencia de grupos civiles organizados y con disponibilidad y acceso a armas, aumentan significativamente la posibilidad de escalar hacia conflictos armados.
- Dominación étnica: Cuando un grupo étnico controla las instituciones del estado y/o la economía, hay un alto riesgo que emerja un conflicto armado.
- Conflictos regionales activos: Los conflictos regionales generalmente tienen un efecto cascada, de tal forma que la estabilidad interna de un país corre peligro, aumentando la probabilidad de terminar en un conflicto violento.
- Desempleo juvenil: grandes tasas de desempleo juvenil en especial para varones aumenta la probabilidad de conflictos armados, al igual que la escasez de oportunidades para encontrar trabajo aumenta la frustración social y genera la fuerza humana necesaria para el inicio de conflictos armados.
¿Cumplimos con los 9 indicadores?