Gracias Carlos Hugo, por el recuerdo de quien sabemos estará sonriente.
“Manuela,
Hoy me codeé con la muerte. Un coronel, con pocos años encima y una enfermedad injusta para la transparencia de su vida, me recordó lo cerca que estamos del misterio de dar el paso final. Hoy vi rostros acongojados frente a un cuerpo yacente que solo será posible recordar con cariño por la generosidad de su conducta; estoy seguro que él ahora está donde creyó van las almas justas y por la vida que llevó, trabajó duro y sonriente para ganarlo. Es una mezcla de envidia sosegada, tristeza y melancolía. Un pedazo de nosotros, un poco por una ausencia definida en algún lugar misterioso y apasionante.
A veces son circunstancias, solamente; el mensaje está escondido y como el Enigma, debemos descifrarlo para no ser sorprendidos por la simplicidad de la respuesta…”
Manuela, mi amable loca…