El lunes por la noche llegamos una delegación compuesta por Alcaldes y Concejales de los Departamentos de La Paz, Chuquisaca, Santa Cruz y Oruro, el del Ágora y Plan B, a la Ciudad de Cáceres, ubicada en la Región de Extremadura, España. Durante dos semanas podremos compartir y aprender de las experiencias en desarrollo local que la Región Extremeña ha impulsado.
La atención como siempre fue extraordinaria. Iniciamos la mañana con una reunión de bienvenida con Juan Andrés Tovar y Miguel Ángel Morales, Presidente y Vicepresidente respectivamente de la Diputación de Cáceres, acompañados por Manolo Sánchez, responsable de cooperación de la Diputación y a quien le estoy muy agradecido por prestarme su oficina y su equipo, para entre otras cosas escribir este post.
Luego nos trasladamos a Mérida, actual Capital de Extremadura y antigua capital de una de las Provincias Romanas. Nos recibieron con el cariño y la familiaridad de compañeros con los cuales ya llevamos 8 años trabajando. Mané, el Mentor y Jefe, Diputado del Parlamento Extremeño, Antonio Fuentes, amigo y realizador de sueños, Pepe Muñoz y Pepe Calvo, Presidente y Secretario General de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (FEMPEX) y con quienes en la misma sala de reunión que nos recibieron ayer empezamos esta aventura que lleva ya 8 años.
En Mérida nos atendió el Presidente y Vicepresidente de la Asamblea Extremeña, donde pudimos conocer el salto cualitativo que significó para el desarrollo de la Región el contar con su propia Comunidad Autónoma, mediante la cual el ciudadano expresa su voluntad política en las urnas, cuenta con su propio estatuto autonómico, planifica, gestiona y ejecuta a través de sus autoridades y entidades descentralizadas sus recursos.
Debo rectificar un comentario que hice en el Post de Sebastián que no quiero ni nombrarlo, para no reforzar la idea errónea que tiene casi connotación de herejía para los extremeños: estoy en la región donde uno de sus orgullos gastronómicos es el Jamón Dehesa de Extremadura, denominación de origen del manjar más exquisito del mundo. Doy Fe y atestiguo de ello, y lo dedico con todo cariño a Mané. Va con fotografía incluida como penitencia ratificatoria de mi error.