Hoy tuve la suerte de ser testigo de un emotivo triunfo de justicia histórico de los derechos humanos en Paraguay. Luego de más de 10 años de un proceso en contra de uno de los genocidas de la Dictadura de Stroessner, Guillermina Kannonikoff y su actual esposo Raul Montes, lograron la condena de quien fuera Ministro del Interior Stronista Sabino Augusto Montanaro.
Guillermina y Raul sentaron jurisprudencia en Paraguay logrando la condena de quien fuera el responsable de raptar, detener sin proceso y torturar a ambos, además de matar y desaparecer a Mario Schaerer Prono, primer esposo de Guillermina.
No puedo dejar de recordar a nuestro ilustre Dictador Banzer, socio de Stroesner, quien tuvo la habilidad de reciclarse y nosotros los bolivianos la torpeza de encumbrarlo en la Presidencia bajo la fachada demócrata. Mis saludos por la entereza y fuerza de ambos para que se haga algo de justicia, al menos en uno de los tantos casos que sucedieron bajo las alas del Plan Cóndor.
Ironías de la vida: en el edificio donde opera la actual Unidad Técnica de Descentralización a la cabeza de Raul Montes, operaba el centro de tortura y detención donde él y su esposa, sufrieron el sadismo de la dictadura.